"-Total, a alguien tendrás que contarle, antes o después, la verdad. Lo dijo despacio, con fatiga, porque nunca había creído que la verdad sirviera para nada. "

miércoles, 29 de febrero de 2012

acabar, empieza por el principio.


Creo que no debo seguir torturándome de esta manera.
Creo que debería plantarle cara. Y decidir si voy a luchar por ella o voy a dejar que se la lleve el caballero andante. Tengo un miedo atroz a las decisiones.
Por las consecuencias.
Pero esta vez no se trata de una decisión. Se trata de tener o no el valor/el coraje necesario para llevar a cabo la decisión que tomé el primer día que la conocí.


Y me siento como el corzel blanco.
(joder en realidad, me encanta esta indecisión)


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En realidad, me da un miedo atroz. Porqué (ya lo he explicado varias veces) me canso enseguida de la gente. Cuanto más genial estoy con una persona antes me aburriré, decidiré que ya no vale más la pena y dejará de importarme. Y con ella jamás a sido así. NO quiero que sea así jamás!
Tengo miedo de aburrirme de que no me importe, de que ya no sea genial, de que llegue un momento que tenga que escapar. Pero donde escapar? Era ella mi huida de emergéncia.
Tengo miedo de algún dia dejar de quererla como la quiero, de no ser capaz, de no estar a la altura. Siempre he creido que no tenía el corazón rojo. El mío destiñe. Y ella no se merece eso. No podria soportar hacerle tal cosa.


Y si vienen las calabazas? Supongo que seria mucho más fácil de soportar. Que no me eligiera incluso podría llegar a descargar-me. Odiaria la sensación que poduciría. Pero de alguna manera creo que no soy lo mejor para ella. No digo que fuera fácil pero seria lo mejor, en realidad.

Y no lo he hecho porque me da miedo joderlo todo. Porque no sé como hacerlo. Porque podria vivir sin mi. Porque cualquiera de las opciones que vienen después no me gustan.
Pánico en realidad.

He decidido no dejarme amedrentar.


Que no voy a tener miedo.
Normalmente cuando ya sé algo de las personas (dios, te lo he dicho tantas veces que incluso había llegado a creérmelo) cuando ya lo sé todo de alguien, me aburre y entonces deja de parecerme interesante y miro para otro lado.
Pero, bueno, quizás no sea cierto del todo. Es decir, quizás, realmente no quiera que sepa algunas cosas (no me preguntes porqué, no lo sé, o no quiero saberlo, bueno esa no es la cuestión) la cosa es que cuando empiezas a conocer a alguien y cuando se ha de pasar a conocer a alguien más profundamente, pues cojo la puerta y me largo.
Lo digo porque tengo ahí la puerta.

Has leído cada uno de mis pensamientos, has escudriñado en cada uno de ellos y has decidido que te parece interesante, has visto mis debilidades y como yo, todavía no los has entendido del todo, pero has decidido que quieres hacerlo (lo cual es una incógnita para mi)
Y el otro dia pensé que no quería escucharte más (no me pudiste dejar de parecer interesante!). Y apareció la puerta y pensé en abrirla y en marcharme.
Lo digo porque he decidido cerrarla. Desde dentro. Y voy a quedarme. A ver que pasa.
Sin miedos. Sin barreras.
Intentaré no salir corriendo.


pd. Pero si salgo corriendo, lo cual es probable, podrias venir a buscarme? Quiero decir, recordarme por que carajos no tengo que correr en linea recta?

miércoles, 22 de febrero de 2012

Hablo de ti y de mi.

En realidad, es como yo.
Como yo cuando tenía quince años.
Le gusta ir al revés del mundo. Para cualquier cosa. Dime como lo hace el resto del mundo y yo lo haré exactamente al contrario. Yo lo hacía porque me gustaba tocar las narices. Por sentirme diferente. Por que odiaba las massas y que intentaran corromperme el cerebro.
Tiene el corazón intocable. Rojo. Y entero. Cree verdaderamente en la palabra "enamorados". Y no le asusta cualquier cosa que pueda llegar a sentir por grande que sea.

Yo ahora, sin embargo, hago lo que me da la gana. Puedo hacer exactamente lo contrario o hacer mi propia desviación utópica de cualquier cosa. Me sigue gustando tocar las narices. Pero ahora sé que soy diferente y no necesito ir (exactamente) a contracorriente. Decido y construyo mi camino piedra por piedra. Estoy en ello. Y acabo de empezar.
El otro dia exactamente.
Y a veces tropiezo con los caminos de los demás. Hago puentes y curvas. Y a veces una inmensa línea recta para echar a correr.
Me asusto. Con una facilidad abrumadora.
Decidí que aquello del corazón rojo no iba conmigo el mismo día que la conocí. Y lucho cada día por no atarme a nada. Creo que jamás podré enamorarme. Carezco de tal función. Y no me ha importado hasta ahora. Ahora que te conozco y veo tu rojo en el pecho y las ganas de salir huyendo que me entran siempre.


miércoles, 15 de febrero de 2012

ser humano.

Cuanto más lo estudio más me doy cuenta de que somos magníficos!
El ser humano es magnifico, excelente, una màquina perfecta de la más alta ingenieria. Cada parte de nuestro cuerpo, cada nervio, cada arteria, cada válvula, parece haber sido diseñada exclusivamente por y para nosotros, para estar justo donde está. Cada pieza del inmenso puzzle es magnífico!
Todo está donde debería estar.
Todos somos diferentes y somos jodidamente iguales.
Cada uno de nosotros tiene dentro de si cada pieza del puzzle insertada en el mismo lugar que el tío que vive a diez kilómetros de nosotros y al que no hemos conocido nunca.
Ese tío, que no tiene ningun relación parental ni genética, ese tío, es igual que yo! igual que tú!
Estamos diseñados para si morimos, ser substituido por otro, igual y diferente. Es genial.
Somos geniales!
Cuanto más estudio, más entiendo por que tuvimos (hace dosmil y pico años) que crear a Dios, por que era la única manera de entender como podiamos haber existido. Entendimos, como yo estoy entendiendo ahora, que eramos -somos- magníficos. El único motivo por lo que nos hubieran creado tan perfectamente, con cada pieza en su sitio, sin un solo error, era que nos hubiera creado alguien perfecto, alguien diferente e igual que nosotros al fin y al cabo.
Esa era la única manera de entender porque cada nervio tiene un agujero y siempre (siempre) pasa por ese agujero (y nunca lo rodea).

martes, 7 de febrero de 2012

Algunas cosas -indispensables- que deberías saber de mi:

El gran mal de mi vida, soy impuntual. 


Y totalmente contradictoria. Puedo pensar y en su consecuencia decir algo y a los dos minutos negarlo.Tengo tantas razones para afirmar algo como motivos/argumentos para lo contrario.


Me he prometido decir siempre lo que pienso y es algo que tengo por resolver.


No me gusta hablar por teléfono, me fastidia, prefiero un café.  


A veces me cuesta salir de casa pero, si me obligas un poco, luego no quiero volver.


Ir a comprar me suele fastidiar, me MOLESTA el amontonamiento de gente. Creo que me molesta la gente en si. 
Si hay algo que me rompe soberanamente las pelotas es que me empujen. Si no hay un mínimo "disculpá" no dudo en darme vuelta y cagarlos a puteadas.


Me enojo fácilmente, pero se me pasa rápido. Rara vez suelo mantener el enojo por un largo período de tiempo.


Y uno de mis peores defectos es que perdono a las personas sin que me pidan perdón.


Tan solo me quiero en los días en los que me brillan los ojos y ni yo misma soporto mis cambios de humor, el mayor de mis defectos es aquel que me hace ser yo misma y el olor más increíble del mundo es aquel con el que puedo identificar a las personas.


Amo leer y comprarme libros usados (amo el hecho de que hayan pasado por otras manos antes de pasar por las mías). Y me encanta encontrar algún pasaje subrayado o algo escrito en algún libro.


Odio la sensación de terminar de leer un libro increíble y tener que volver a la realidad.
Generalmente siento que los libros que leo, los leo por alguna razón causal/casual específica. Siempre estan relacionados -sin que yo lo sepa previamente- con cosas que me pasan en ese momento.


Me gusta lo difícil, me atrae lo complicado, y me enamoro de lo imposible




Y esto es todo por hoy.

domingo, 5 de febrero de 2012

no me querés, ni querés quererme

No creo en la palabra "te quiero". Y por supuesto no creo a nadie después de tal idiotez.


Tú no me quieres. Quieres quererme. Pero no me quieres. Te gusto, eso es algo que no dudo. Pero no me quieres. No digas gilipolleces.
Y por supuesto yo no te quiero. Me gustas. Y sí, quiero quererte, pero no te quiero.








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He dejado de preocuparme.


(por ti, por mi madre, por todos)
lo he dejado.


Era un mal vicio.


He decidido que preocuparme es tan efectivo como "tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle… "
Y he decidido que me voy. Me da igual donde pero me voy.
Ni cuando. Tampoco sé cuando.
Pronto.
Al fin del mundo.