SOS capítulo III

Me quedaba mirándole todas las tardes y le examinaba de arriba a abajo, de reojo o no.
Y jamás comprendí que era lo que tenía; porqué parecía que me leyese el pensamiento si su mirada se encontraba con la mía; o porqué desde el primer dia me dio tanto miedo.

SOS capítulo II

Después de un largo silencio de miradas vacías hacia una piscina demasiado azul:
- Mañana es mi último dia. - Acertó a decir
- Lo sé. - Contesté, reprimiendo todas las palabras que tenía que decirle y que no salían
- No soy de los que se echa en falta.
Me miró de reojo, como si supiera exactamente lo que pensaba y no solté ni una palabra.

Nadie

Le dije lo que aquel verano de palabras mudas había aprendido a sentir con ella. Como siempre, verdades a medias:
- Quiero que sepas que nadie te va a querer como te he querido yo, como te quiero yo. Ni él, ni nadie...que..
-Ya lo sé.
- Sí? Lo sabes? A mi me parecía que no te hubieses dado cuenta nunca.
- Pues sí. Lo sabía.

No se puede confiar en alguien que no tiene nada que perder.

C. -confias en mi?
confia en mi.

cabrona

Pues sí, porque yo he sido una niña malcriada toda mi vida y tenía lo que quería, incluído ellos: que me han "mimado" mucho más de lo que deberían.
Que sí, que soy una cabrona. Una cabrona y más! se quedan cortos.
Pero así ha sido y será. Y al que no: ahí tiene usted la puerta, monsieur.